lunes, 12 de diciembre de 2011

Introducción


La palabra “nutriente” o “nutrimento” es un término amplio que describe todas las sustancias alimenticias usadas por el cuerpo para asegurar un desarrollo normal y mantener una buena salud. El concepto, sin embargo, puede dividirse en dos grupos diferenciados:

Macronutrientes

Constituyen los principales ingredientes de la dieta y son o bien el material básico que compone el cuerpo humano (por norma general, las proteínas y grasas forman el 44% y el 36% del peso del cuerpo, respectivamente), o bien el “combustible” necesario para que funcione (lo ideal es que los hidratos de carbono y las grasas nos proporcionen el 55% y el 30% de nuestra energía).

Los Macronutrientes son:

·     Proteínas

·     Lípidos (grasas)

·     Hidratos de carbono

·     Agua (intracelular y extracelular)

El agua es también un macronutriente, pero debido a que no obtenemos ningún “alimento” de ella (ni energía ni otros componentes esenciales), a menudo no se la considera como tal. No obstante, se trata del elemento más importante de nuestro cuerpo, tanto cuantitativa como cualitativamente. No sólo representa en torno a un 60% del peso total de nuestro cuerpo, sino que también es el elemento más indispensable. Generalmente, una pérdida de sólo un 8% del agua del cuerpo (alrededor de unos 4 litros) es suficiente para provocar una enfermedad grave. En cambio, en el caso de las proteínas; el segundo elemento en importancia; el margen de pérdida posible es de un 15% aproximadamente, cifra que, en el elemento más prescindible, la grasa, llega hasta el 90%.

Micronutrientes

A diferencia de los macronutrientes, los micronutrientes casi no aportan energía, sino que constituyen unos factores de colaboración esenciales para que el metabolismo funcione.

Los Micronutrientes son principalmente:

1.   Vitaminas (por ejemplo, las vitaminas A, B, C, D, E y K)

2.   Minerales (como el calcio y fósforo)

3.   Oligoelementos (como pueden ser el hierro, zinc, selenio y manganeso).

Aunque estos nutrientes se necesitan en cantidades muy pequeñas, son, sin embargo los elementos alimentarios clave. Sin ellos no tendrían lugar los procesos de crecimiento y producción de energía, al igual que otras muchas funciones normales.

Consecuentemente, la salud depende de un suministro óptimo tanto de macronutrientes como de micronutrientes. La insuficiencia o el exceso en el consumo de cualquiera de ellos puede acarrear problemas.

Vitaminas


Vitaminas


Las vitaminas son sustancias orgánicas imprescindibles en los procesos metabólicos que tienen lugar en la nutrición de los seres vivos. Su rendimiento energético es 0 Kcal/gr, igual que los minerales; por lo que no aportan energía, ya que no se utilizan como combustible, pero sin ellas el organismo no es capaz de aprovechar los elementos constructivos y energéticos suministrados por la alimentación.
Bautizadas como tal por el científico bioquímico polaco Casimir Funk, en 1912.
El nombre proviene de las palabras vita (vida) y amina, porque se pensaba que estos compuestos tenían función de amina (compuestos químicos orgánicos que se consideran como derivados del amoniaco y resultan de la sustitución de los hidrógenos de la molécula por los radicales alquilo).
Son 13 las vitaminas principales, formadas por carbono, oxígeno, hidrógeno y nitrógeno. Son sustancias lábiles, ya que se alteran fácilmente por cambios de temperatura y pH, y también por almacenamientos prolongados.
Las vitaminas son esenciales en el metabolismo y necesarias para el crecimiento y para el buen funcionamiento del cuerpo.
(7,8)

Las vitaminas deben ser aportadas a través de la alimentación, puesto que el cuerpo humano no puede sintetizarlas. Una excepción es la vitamina D, que se puede formar en la piel con la exposición al sol.  (Actualmente se sabe que la vitamina D funciona como una pro-hormona, un precursor de una hormona activa. La vitamina D, una vez en su forma de la hormona activa calcitriol, junto con otro par de hormonas influencian la absorción y la deposición del calcio y del fósforo en los huesos. Cuando existe una deficiencia de vitamina D, el proceso de calcificación de huesos y dientes se hace más lento o ineficiente, o puede inhibirse por completo). Las vitaminas K,  B1, vitaminas B1 y ácido fólico,  se forman en pequeñas cantidades en la flora intestinal.
Deben estar contenidas en la alimentación diaria para evitar deficiencias.
(8)

      Deficiencia de vitaminas = Hipovitaminosis
      Exceso de vitaminas = Hipervitaminosis.

Todas las vitaminas tienen funciones muy específicas sobre el organismo. Normalmente se utilizan en el interior de las células como precursoras de los coenzimas, a partir de los cuales se elaboran los miles de enzimas que regulan las reacciones químicas de las que viven las células.
Funciones de las vitaminas
§  Función biorreguladora
§  Función coenzimática

(7,1)

Clasificación de las vitaminas:

Según su solubilidad podemos clasificarlas en:

§  Vitaminas liposolubles:
Resisten bien las temperaturas de cocción. Se absorben por la misma vía que los lípidos (sistema porta quilomicrones). Son almacenadas en el hígado y en los tejidos grasos y por esto no es necesario tomarlas todos los días por lo que es posible, tras un consumo suficiente, subsistir una época sin su aporte.
Son las vitaminas A, D, K y E. Dado que las vitaminas liposolubles se absorben por la misma vía que los lípidos, si hay alteración de la absorción de lípidos también habrá de estas vitaminas.
Si se consumen en exceso sobre las dosis recomendadas (más de 10 veces las cantidades recomendadas) pueden resultar tóxicas.

      Las Vitaminas Liposolubles son:
Vitamina A (Retinol/Antixeroftálmica)
Vitamina D (Calciferol/Antirraquítica)
Vitamina E (Tocoferol)
Vitamina K (Antihemorrágica/Filoquinona)
(1,5)


§  Vitaminas hidrosolubles:
      Las vitaminas hidrosolubles son aquellas que se disuelven en agua. Se trata de coenzimas o precursores de coenzimas, necesarias para muchas reacciones químicas del metabolismo. Son termosensibles y fotosensibles (se oxidan con facilidad). Pueden pasarse al agua del lavado o de la cocción de los alimentos. Muchos alimentos ricos en este tipo de vitaminas no nos aportan al final de prepararlos la misma cantidad que contenían inicialmente. No se almacenan en el organismo.  Deben aportarse regularmente y sólo puede prescindirse de ellas durante algunos días. Son fácilmente excretables por orina (no se acumulan). El exceso de vitaminas hidrosolubles se excreta por la orina, por lo que no tienen efecto tóxico por elevada que sea su ingesta, aunque se podría sufrir anormalidades en el riñón por no poder evacuar la totalidad de líquido.
Son las vitaminas B y C.
      Las Vitaminas Hidrosolubles son:

Vitamina C. Ácido Ascórbico. Antiescorbútica.
Vitamina B1. Tiamina. Antiberibérica.
Vitamina B2. Riboflavina.
    Vitamina B3. Niacina. Ácido Nicotínico. Vitamina PP. Antipelagrosa.
    Vitamina B5. Ácido Pantoténico. Vitamina W.
Vitamina B6. Piridoxina.
Vitamina B8. Biotina. Vitamina H.
Vitamina B9. Ácido Fólico.
Vitamina B12. Cobalamina.
(5)

Falsas Vitaminas
Son sustancias con una acción similar a la de las vitaminas, pero con diferencias estructurales, y que el organismo también las sintetiza por sí mismo (no solamente se las obtiene en la dieta). Entre ellas están:
Inositol
Colina
Ácido fólico
(1, 8)

Vitaminas liposolubles:

Vitamina A:

La ración de vitamina A recomendada es entre 900-2.700 μg/día o bien, 3.000-9.000 UI/día. Varía según el estado nutricional de la persona.
o   Sustancias con acción de vitamina A: Retinal, retinol, ácido retinoico y β-caroteno.

Funciones:
- Imprescindible para la visión escotópica (en condiciones de luz mínima, penumbra). Intervienen retinal + opsina > Rodopsina.
- Imprescindible para la epitelización. En déficits aparece queratinización de mucosas.
- Mitosis celular. El déficits fetal da lugar a malformaciones.

Deficiencia de la vitamina A - Hipovitaminosis A:
- Alteración de la visión escotópica (nictalopía), pérdida de la visión escotópica.
- Alteración mitosis celular, menor mitosis.
- Queratinización de mucosas

Exceso de la vitamina A - Hipervitaminosis A:
- Pigmentación amarillenta de la piel, debida al β-caroteno.

Intoxicación de vitamina A:
- Fragilidad ósea excesiva
- Anorexia
- Pérdida de peso
- Más de 90.000 UI/día puede dar síntomas de tumor cerebral.

Fuentes de vitamina A:
- Origen animal: lácteos no desnatados, mantequillas, aceite de hígado de bacalao.
- Origen vegetal: zanahoria, tomate, perejil (verdura de  hoja verde).
(5, 7)

Vitamina D:
Es semiesencial porque podemos llegar a sintetizarlo. (Se estudió en niños con raquitismo en Holanda, y se dieron cuenta de que si eran tratados con mantequilla y aceite de hígado de bacalao mejoraban.)
La cantidad diaria recomendada es difícil de establecer, porque depende de la cantidad de sol y de la pigmentación de la piel. Contra mayor pigmentación cutánea, menor absorción de vitamina D. En países con menos sol, habrá que ingerir más leche. En general podemos decir que se debe ingerir entre 300-400 UI (en USA).

Juega un papel clave en la homeostasis de Ca y P. Necesaria para el buen estado de los huesos, también promueve la reabsorción de Ca en el riñón. Recomendaciones:
o   En adultos: 5 ml.
o   En > 50 años 10-15
o   En adolescentes, embarazadas y en lactación: 10 ml.

Sustancias con acción de la vitamina D:
- 7-dehidrocolesterol y colecolciferol (vitamina D3). Son sustancias muy importantes. Cuando el 7-dehidrocolesterol recibe la luz solar se convierte en el hígado en vit. D3.
- La vitamina D3 en el hígado se convierte en 25-hidroxicolecalciferol (todavía no es activa); pasa al riñón y se transforma en 1’25 dihidroxicolecalciferol, que ya es activa, es de la que nos beneficiamos.
- Una de las maneras más importantes de absorber calcio y fósforo es a través de la vitamina D, para almacenarlo en la matriz ósea.

Fuentes de la vitamina D:
- Lácteos con nata
- Aceite de hígado de bacalao
- Mantequilla

Deficiencia de la vitamina D - Hipovitaminosis D:
- Raquitismo (en niños)
- Osteomalacia (en adultos)

Exceso de la vitamina D - Hipervitaminosis D:
- Excesiva dureza ósea, lo que hace que sean demasiado frágiles.
- Osificación de partes blandas, como los cartílagos.
(2, 3)


Vitamina E:

Descrita por Evans en 1920. Se observó que la carencia de algunas sustancias (luego se vio que era la vitamina E) producían esterilidad en los ratones. Es fotosensible pero resistente al calor.

La cantidad diaria recomendada es de 10-20 mg/día. Es tóxico si se ingieren > 800 UI/día
.
Sustancias con acción de la vitamina E:
- Hay 8 compuestos tocoferoles y tocotrienoles.
- La sustancia con mayor acción de la vitamina E es el d-α-tocoferol.

Funciones de la vitamina E: Su actividad más importante es la antioxidante. Una sustancia antioxidante es aquella que evita la oxidación porque consigue neutralizar la acción de los radicales libres. De entre los no nutrientes, la sustancia antioxidante más importante son los polifenoles.

Fuentes de vitamina E:
- La fuente mayoritaria de vitamina E es el germen de trigo ,aceite de girasol, de oliva, de soja, frutos secos. El germen de trigo es un 10% lípidos, una gran concentración de vitamina E y proteínas. Las partes del grano de trigo son el salvado, el germen y el endospermo. Cuando el grano de trigo se muele, es prácticamente endospermo y el germen tiende a oxidarse fácilmente, por ello la harina industrial no tiene vitamina E.
- Verduras de hoja verde y foliáceos.
- Hígado

Deficiencia de la vitamina E - Hipovitaminosis E:
- Oxidación celular, que empieza por anemia hemolítica (destrucción de eritrocitos) y puede dar lugar a tumores.

Exceso de vitamina E - Hipervitaminosis E:
- La vitamina E se acumula, es liposoluble. Es antagónica a la vitamina K. Una mayor concentración de vitamina E no permite aprovechar la vitamina K. Por ello, produce alteraciones en coagulación.
(7, 8)



Vitamina K:

La dosis diaria recomendada de vitamina K son 0-140 microg  al día;
La vitamina K resiste al calor pero es fotosensible.

Fuente de vitamina K:
- Vegetales como coliflor, lombarda o col.
-Hígado
-Carne
-Sintetizada por flora bacteriana natural.

Deficiencia de la vitamina K - Hipovitaminosis K:
- Su déficit produce alteraciones en la coagulación, coagulopatías.
- Minoritariamente metabolismo de calcio.

Exceso de vitamina K - Hipervitaminosis K:
- Anemia hemolítica por competencia con la vitamina E.
(1, 5)


Vitaminas hidrosolubles:

No se han descrito hipervitaminosis. Sus carencias prácticamente no existen en el mundo desarrollado, como mucho aparecen sub-clínicas. Las vitaminas B son fotosensibles y termolábiles. Casi todas tienen una actividad importante como intermediarios en el metabolismo de macronutrientes, sobre todo de glúcidos.

Tiamina, B1:

Actúan en el metabolismo de glúcidos como TPP, y en la neurotransmisión.
Es abundante en harinas de cereales.

La ingesta recomendada es de 1’5 mg/día.

La carencia puede producir una Polineuropatía periférica llama “Beri – beri” (no puedo-no puedo), que se ve en el caso de alcohólicos crónicos en países desarrollados. Para metabolizar el alcohol necesitamos B1, B6 y B12.
(1, 6)


Riboflavina, B2:

Actua en el metabolismo de hidratos, proteinas, Ac.grasos y purinas
Participa en la síntesis de globulos rojos
Es una coenzima que actúa a nivel de la cadena respiratoria celular de electrones.

La ingesta recomendada es de 1’8 mg/día.
Abundante en leche, clara, vísceras y cereales integrales. Poco en verduras.

La hipovitaminosis cursa con arriboflavinosis, caracterizada alteraciones de la piel y de la córnea (oculopatías). Es común en alcoholicos crónicos.
(6, 7, 11)


Ácido nicotínico,(miacina) B3:

Metabolismo de principios inmediatos (NAD+), síntesis de hidratos, proteinas y Ac. Grasos.

Ingesta recomendada (18 mg/día): Síntesis bacteriana simbiótica a partir de triptófano alimentario.

El triptófano es precursor de la niacina. 60 mg de triptofano=1mg de niacina.
Presente en carnes y vísceras.

La carencia produce pelagra, caracterizada por diarrea, demencia y dermatitis (las 3 D). Si no revierte, defunción.
(6, 10)


Ácido pantoténico, B5:

También llamado pantotenato cálcico.
Percusor necesario para la síntesis de coenzima A.
Interviene en el metabolismo de Ac. Grasos, hidratos de carbono y aa; en la regeneración de procesos cicatrizales y biosíntesis de esteroides.

Ingesta recomendada de 6-10 mg/día
“panthos”: Levaduras y jalea (abundante en éstas); tambien es abundante en hígado, cerebro, riñón y carne.

No existen carencias
(5)

Piridoxina, B6:

Además de ser una coenzima en metabolismo de aminoácidos, permite pasar de triptófano a miacina.
Interviene en la transformación de aa, en la biosíntesis de Hb y en funciones del SN e inmunitarias.

La ingesta recomendada es de 1,5-2 mg/día

Lo encontramos en el cereal completo, hígado, huevos y lácteos.
Su necesidad aumenta con el consumo de proteinas.

La carencia da lugar a dermatitis seborreica y a convulsiones en niños.
Biotina, B8:

Factor de crecimiento celular. También se denomina vitamina H o coenzima R.

La ingesta recomendada es de 100 μg/día.

La encontramos en las vísceras.

No existen carencias
(1,  6, 12)


Ácido fólico, B9:

Cofactor metabólico de aminoácidos y nucleótidos.

La ingesta recomendada en adultos y adolescentes es de 400 mg/día. En embarazads durante su primer trimestre 800 mg/día para evitar la espina bífida.

Lo encontramos en huevo, hígado y vegetales de hoja (foliáceos).

Su carencia da lugar a anemia, diarrea y anomalías fetales.
(5,8)

Cianocobalemia, B12:

Depende del  factor intrínseco de Castle para poder ser absorbido. Interviene en la hematopoyesis, en la división celular, en la formación de mielina nerviosa, en el metaboismo de aa y balance proteico. Es necesaria para la conversión de Homocisteína a Metionina.
Hay reservas suficientes hasta un periodo de 2 años.

La ingesta diaria recomendada es de 3 μg/día.

Lo encontramos sólo en carne y vísceras (no en vegetales, exceptuando el alga espirulina).

Carencia mas común en vegetarianos, alcohólicos, ancianos, disminuciones de absorción, enfermedad celiaca, enfermedad de Crohn…Dicha carencia da anemia, puede haber lesiones del SN.
(1, 5, 11)


Vitamina C:

Ácido ascórbico – antiescorbútica.

Actua en reacciones de oxidación, en reacciones de obtención de colágeno, aumente la absorción de Fe, estimula la producción de interferón.

La ingesta diaria es de 80 mg/día.

La encontramos en la fruta, como los cítricos. Las fresas y los kiwis con ricos en esta vitamina.

La carencia produce escorbuto (disminución del colágeno). Tambien produce cansancio, cefalea, disminuye la resistencia a las infecciones.
Grupos de riesgo: fumadores, alcoholicos, ancianos y personas con alimentación escasa en vegetales.
(5, 11, 9)


Antinutrientes
Sustancia capaz de disminuir el valor nutritivo del alimento que lo contiene. Sustancia que al interaccionar con nutrientes inhibe o disminuye la capacidad de asimilar el mismo.
En un alimento hay: nutrientes, compuestos no nutritivos, anti nutrientes, tóxicos. Para valorar la presencia de antinutrientes no hay que eliminarlos de la dieta. Hay que asegurar un equilibrio entre antinutrientes-nutrientes. Solo alimentos ricos en antinutrientes junto con dietas escasas en nutrientes son clínicamente importantes.
(7,12)
Clasificación
-Sustancia que inhiben o disminuyen la utilización de proteínas:
·         Antienzimas: Van  a afectar sobre todo a la tripsina. Dificultan la acción de la tripsina en la mayoría de los casos, dificultando el aprovechamiento de proteínas. Las vamos a encontrar en aquellos elementos relacionados con fecundidad y reproducción en el reino animal o vegetal, como huevos y semillas.
·         Hemoaglutininas: aglutinan los eritrocitos. Por ejem: la soyina en la soja, la ricina en la semilla de ricino, la fasina en judías blancas. Hacen que disminuya el aprovechamiento proteico del alimento que las contiene. La mayoría inactivadas por el calor (al cocinarlos).
·         Saponinas: lisan los eritrocitos. Se encuentran en legumbres
·         Fibra: una ingestión excesiva disminuye la utilización de proteínas.
·         Toninos: sustancias ricas en Ac. Tánico. Pueden tener acción astringente. Tienen antinutriente en proteína y en hierro. Pueden ser por formación de compuestos asimilables o por inhibición enzimática. Son compuestos fenólicos hidrosolubles de sabor áspero o amargo. Se acumulan en raíces, cortezas, hojas y frutos de planta. Son antintrientes en elevadas concentraciones. Tienen propiedades astringentes, antioxidantes y antiinflamatorias.
(7)
-Sustancias que inactivan o inhiben la utilización de vitaminas. Antivitaminas.
  • Antivitaminas B1: la inactivan o forman complejos no asimilables, piritiamina, oxitiamina. Están en pescados aunque también en vegetales. Casos de beriberi. Se desactivan con el calor.
    • Avidina: en clara de huevo, impide el aprovechamiento de biotina. La biotina (B8) participa en transformación de alimentos y energía. En 1916 Bateman observó un cambio en la salud de ratas alimentadas con clara de huevo cruda. Avidina + Biotina=complejo no absorbible. Enzimas muy frecuentes en moluscos, vísceras de pescado, vegetales. Hay vegetales que consumidos habitualmente son tóxicos por sus tiaminasas como el marsilea drummonoil (cocinadas se inactivan). Las tiaminasas de las vísceras de pescado + arroz (poco rico en tiamina), afecta gravemente a algunos asiáticos.
  • Antivitaminas C: Ac. Ascórbico –oxidasa, enzima que oxida (destruye) la vitamina C. se encuentra en el pepino, calabacín…se inactiva con calor, pero también la vitamina C.
(7, 11, 12)
  • Aditivos y otras sustancias:
    • Oxidantes: para eliminar el caroteno en harinas. Afectan a vitamina A, C, E.
    • Nitritos: para conservar embutidos. A, C, B, Ac. Fólico.
    • Dióxido de azufre (SO2): a la tiamina (B1)
    • Anhídrido sulfuroso: a la B12

-Sustancias que actúan disminuyendo la asimilación de minerales.
  • Ac. Oxálico: tanto este como sus sales pueden reaccionar con minerales como Fe, Ca, incluso P y cobre. No se inactivan con calor (solo parcialmente). Se encuentra en plátano y espinacas.
  • Ac. Fitico o fitatos: se encuentra en los cereales integrales, frutos secos. Forma compuestos insolubles sobre todo con Ca y con Fe. NO se inactivan con calor.
  • Sustancia bociogenasi: sobre el yodo, fomenta la aparición de bocio. Se encuentra en coles, rábanos,  nabos, semillas de soja. Son capaces de bloquear la absorción y utilización del yodo. Suelen pertenecer al género “brasicaceae”, como mostaza. Sabor y aroma picante.
(7)

viernes, 9 de diciembre de 2011

Minerales

Minerales
Los minerales pertenecen, junto con las vitaminas, al grupo de los micronutrientes ya que las cantidades que se requieren y su contenido en la dieta son muy pequeños. Como el organismo no es capaz de sintetizarlos, los minerales forman un grupo de compuestos químicos de naturaleza inorgánica que son esenciales en la dieta.
Según el aporte necesario de los minerales y según la proporción en la que se encuentran presentes en los tejidos, se pueden dividir en 2 grupos:
§  Macrominerales. Representan alrededor del 0.005% del peso corporal y su ingesta recomendada es igual o mayor a 100 mg/día. Pertenecen e este grupo el calcio, el magnesio, el sodio, el potasio, el fósforo, el cloro y el azufre.
§  Microminerales. Representan menos del 0.005% del peso corporal y su recomendación dietética es igual o menor a 20 mg/día. En este grupo se encuentran el hierro, el zinc, el cloro, el yodo, el cobalto, el cromo, el selenio, el manganeso y el cobre.
Las funciones de los minerales son numerosas pero podemos clasificarlas en dos grandes grupos:
§  Funciones estructurales. Los minerales como el fósforo y el calcio forman parte de la fracción mineral de los huesos. Además forman parte de la estructura de los componentes de la membrana celular.
§  Funciones reguladoras. Minerales como el sodio y el cloro regulan el equilibrio ácido-base del organismo por medio de distintos mecanismos: transporte de líquidos, intercambio de líquidos a través de la membrana celular, etc. También ayudan en procesos de absorción, filtrado y transporte, mantenimiento del pH corporal y del pH renal. Otros minerales como el hierro son componentes enzimáticos o coenzimas, como es el caso del calcio y del magnesio. Además pueden aparecer en la composición de determinadas hormonas o incluso ser necesarios para un adecuado funcionamiento hormonal.
Así, aún teniendo un papel fundamental en la regulación del metabolismo energético, no llegan a desempeñar ninguna función energética. (13)

Macrominerales
Calcio
El calcio es un nutriente esencial que juega un papel vital en la función neuromuscular, numerosos procesos mediados por enzimas y en la coagulación. También provee de rigidez y protección al organismo por medio del almacenamiento  de iones calcio y fosfato en forma de hidroxiapatita. Sus funciones “no estructurales” requieren de un estricto mantenimiento de la concentración de calcio ionizado en los líquidos intracelular y extracelular, aún a expensas del calcio óseo. Es por ello que es el esqueleto el que sufre las consecuencias si los requerimientos no se cumplen.
Los principales alimentos ricos en calcio son los alimentos lácteos y sus derivados (leche, yogurt, queso) aunque también se encuentra en alimentos vegetales, con hoja verde oscura, como el col, brócoli, nabo fresco, así como sardinas, almejas, y salmón. El frijol soya es rico en calcio y se absorbe de manera similar a la leche. Se utilizan suplementos de calcio para aumentar su captación, la forma más frecuente de suplemento es el carbonato de calcio, que es relativamente insoluble.
Química y distribución del calcio

El calcio es un catión divalente con un peso atómico de 40. En relación a la composición elemental del organismo humano, el calcio se encuentra en quinta posición, por detrás de: oxígeno, carbono, hidrógeno y nitrógeno. Representa el 1.9% del peso corporal (14). Constituye entre el 0.1-0.2% del peso, libre de grasa, del feto, llegando a ser de hasta el 2% del peso, libre de grasa, en el adulto. En términos absolutos, esto supone un aumento desde unos 24g al nacer a unos 1300g en el adulto, con lo que se requiere un balance positivo medio diario de 180mg durante los primeros 20 años de vida.
Prácticamente todo el calcio del organismo (99%) se localiza a nivel del esqueleto óseo. El 1% restante se encuentra repartido igualitariamente entre los dientes y los tejidos blandos, encontrándose un 0.1% en el líquido extracelular. (15)

Papel biológico del calcio
Las sales de calcio provee de rigidez al esqueleto y los iones calcio juegan un importante papel en la mayoría de los procesos metabólicos del organismo.
El mineral óseo sirve como la principal reserva de para el calcio circulante del líquido extracelular. El calcio entra en el líquido extracelular desde el tracto gastrointestinal por medio de la absorción y desde el hueso por resorción. A su vez, el calcio abandona el líquido extracelular por medio del tracto gastrointestinal, los riñones y la piel. El calcio entra en el hueso a través de la osificación del mismo.  Además, existen movimientos de este mineral entre membranas celulares. Numerosas funciones, tanto celulares como neuromusculares, dependen del mantenimiento de la concentración del calcio ionizado en el líquido extracelular.
La concentración de calcio intracelular es regulada por una serie de bombas de calcio, las cuales, o bien introducen el calcio para su posterior almacenamiento en el espacio intracelular o, por el contrario, lo extraen de la célula. La fisiología del metabolismo del calcio está dirigida, en primera instancia, al mantenimiento de la concentración del calcio extracelular. Esto se consigue mediante un sistema de retroalimentación por medio de receptores de calcio en la glándula paratiroides que controlan la secreción de la hormona paratifoidea (16). Esta hormona aumenta la reabsorción tubular del calcio y promueve la reabsorción del calcio a nivel intestinal.  Sin embargo, la integridad del sistema depende primordialmente del estado de la vitamina D; en caso de deficiencia de vitamina D, se pierden los efectos a nivel del calcio de ésta y ello conlleva una disminución en el calcio ionizado y, secundariamente, a hiperparatiroidismo e hipofosfatemia.


Factores que influyen en el balance del calcio

§  Ingesta de calcio. En un sentido estricto, el balance del calcio está determinado por la relación entre la ingesta de calcio, su absorción y su excreción. Una característica fundamental del sistema fisiológico de balance del calcio es que variaciones relativamente pequeñas en la absorción y excreción del calcio pueden neutralizar los efectos de una ingesta excesiva o compensar un déficit de la misma. Existe una amplia variación en la ingesta de calcio entre países, dependiendo principalmente de la proteína animal que se consuma y muy especialmente de la consumición de productos lácteos. La ingesta de calcio más baja por población se da en países en desarrollo, localizándose principalmente en Asia, mientras que el mayor consumo de calcio se da en países desarrollados como por ejemplo Europa o América del Norte.

§  Absorción del calcio. El calcio ingerido se mezcla con el calcio presente en el jugo digestivo de la zona proximal del intestino delgado desde donde es absorbido (17,18). Cuando existe una baja ingesta de calcio, éste es absorbido por la célula a través de transporte activo, pero en altas ingestas, una buena parte del calcio es absorbida por difusión simple. El componente de calcio que no se absorbe, es excretado en las heces junto con el calcio del jugo digestivo que no se ha absorbido, conociéndose éste como calcio fecal endógeno.
Se considera como calcio “realmente” absorbido, la cantidad total de calcio proveniente del intestino (delgado y grueso), y que por ello, contiene tanto el calcio de la dieta como el del jugo digestivo. El calcio neto absorbido es la diferencia entre el calcio de la dieta e y el calcio fecal y es numéricamente igual al calcio “realmente” absorbido menos el calcio fecal endógeno. En caso de que la ingesta de calcio sea nula, todo el calcio fecal es endógeno y representa el calcio del jugo digestivo que no se ha reabsorbido. Cuando la ingesta de calcio se encuentra en unos 200mg, el calcio de la dieta y el calcio fecal son iguales y por tanto el calcio neto absorbido es igual a cero. Según aumenta la ingesta de calcio, el calcio neto absorbido también aumenta, de manera muy acentuada al principio, pero según se va saturando el transporte activo, va aumentando a un ritmo más lento hasta alcanzar un crecimiento linear (19, 20).
Muchos factores influyen en la disponibilidad del calcio para su absorción y en el propio mecanismo de absorción. Con respecto al primero, muchos de los factores incluyen sustancias que forman, junto con el calcio, compuestos indisolubles, así tenemos el ión fosfato.

§  Calcio urinario. Se conoce como calcio urinario, a la fracción del calcio del plasma filtrado que no se ha reabsorbido en los túbulos renales.  Según estudios realizados en individuos de países desarrollados, el 98-99% del calcio filtrado, es posteriormente reabsorbido en los túbulos renales. Sin embargo, la cantidad del calcio excretado es extremadamente sensible a variaciones del total filtrado. Se ha demostrado que disminuciones del calcio plasmático de sólo 0.17 mg/100 ml, que es prácticamente indetectable, han afectado seriamente los niveles del calcio en la orina (21). Esta respuesta tan sensible a las disminuciones del calcio se combina con la relación inversa existente entre el calcio ingerido y su absorción para la estabilizar la concentración del calcio ionizado y para preservar el equilibrio entre el calcio que entra y que sale del líquido extracelular.  Sin embargo, siempre existe hay una significativa pérdida de calcio en la orina (al igual que ocurre en las heces), aunque exista un consumo bajo de calcio. Esto encuentra justificación en que el mantenimiento del calcio ionizado del plasma, y, por tanto, del calcio total filtrado, previene la eliminación de todo el calcio de la orina.

§  Pérdidas insensibles.  El calcio fecal y urinario no son las únicas formas mediante las cuales se puede excretar calcio en el organismo. Existen pérdidas de calcio a través del pelo, de las uñas o de la piel, y deben ser tenidas en cuenta. Estas pérdidas de calcio no son fáciles de medir, pero se estima que las pérdidas insensibles de calcio se encuentran en un rango de 40-80 mg diarios. Éstas no dependen del consumo de calcio (22).
Requerimientos de calcio

§  En la infancia temprana. En los dos primeros años de vida, el incremento diario de calcio a nivel del esqueleto es de unos 100 mg. El calcio urinario en los infantes es de 10 mg/día y es completamente independiente del consumo. Las pérdidas insensibles de calcio son similares a las anteriores. Todo ello quiere decir que en la primera infancia se deben absorber 120 mg de calcio al día para asegurar un adecuado crecimiento. A partir de lo anterior, se calculan las recomendaciones de cantidad de calcio que debe ingerir el bebé. Hay que distinguir entre la leche materna y la leche de vaca: en la primera, se recomienda consumir alrededor de 240-300 mg diarios de calcio para que exista una absorción de unos 120 mg/día del mismo; en el caso de la leche de vaca, la cantidad recomendada de calcio que debe consumir el infante es de unos 300-400 mg/día para que la absorción sea la misma.

§  En la segunda infancia. La cantidad de calcio que existe el esqueleto va aumentando con la edad en la infancia, pasando de unos 120g a los dos años de edad a 400g a los nueve. A lo largo de este período de crecimiento, las cantidades necesarias estimadas de calcio son de unos 220mg diarios. Estas cantidades varían con la edad puesto que con cada año han de ir aumentando.

§  Adolescencia. Las necesidades de calcio son mayores en este período, que comprende entre los 10 y los 17 años de edad. El pico de calcio acumulado a nivel óseo es de 300-400mg diarios, ocurriendo antes en las mujeres pero siendo más duradero en los hombres. Para mantener los mencionados 300mg de calcio a nivel del esqueleto óseo, y estimando unas pérdidas insensibles de 40mg y 100mg de calcio urinario, la absorción neta de calcio durante, al menos, una parte de este período debe ser de 440mg diarios. Ello requiere un consumo de 1040mg diarios de calcio y se recomienda un consumo de 1300mg durante el pico de crecimiento (23).

§  Adultez. Numerosos estudio concluyen que las necesidades diarias de calcio en el adulto comprende unos 520mg diarios, que, si tenemos en cuenta las pérdidas insensibles, aumenta hasta los 840mg diarios de calcio. Es esto lo que, en ocasiones, ha llevado a generalizar las recomendaciones diarias de calcio en 1000mg.

§  Menopausia. La causa principal de osteoporosis en países desarrollados  es la menopausia, la cual se acompaña siempre de un aumento del calcio urinario, en unos 30mg, que además es de carácter sostenido.  Debido a que la absorción del calcio no aumenta en este período sino que más bien disminuye, el aumento del calcio urinario anteriormente mencionado representa un balance negativo del calcio, lo cual está relacionado con la pérdida de materia ósea postmenopáusica típica. Es por esto que se recomienda un suplemento de calcio tras la menopausia para cubrir las pérdidas ocasionadas tras este período. El calcio adicional que se debe incluir en la dieta para equilibrar un calcio urinario de 30mg es de 260mg al día. Ello hace que el calcio requerido aumente de 840mg a 1100mg y por tanto que se deba ingerir más, pasando de  una ingesta de 1000mg/día a una de 1300mg/día (24, 25, 26).

§  Vejez. La absorción del calcio tiende a disminuir a la par que aumenta la edad, y es igual en ambos sexos. A diferencia de lo que ocurre con la menopausia, en la que hay un aumento de los requerimientos del calcio, los datos en individuos mayores no son tan convincentes. Sin embargo, y como precaución, se recomienda un aumento de la ingesta de calcio diario en 300mg en hombres, puesto que ya se comentaron las recomendaciones en mujeres postmenopáusicas (27).

§  Embarazadas. Hay evidencias que sugieren que en el embarazo hay un aumento de la absorción del calcio. Para un calcio urinario de 120mg y unas pérdidas insensibles de 60mg, el calcio absorbido debería ser de unos 420mg diarios. Para alcanzar esta absorción óptima de calcio, la ingesta correspondiente del mismo debe ser de 940mg/día. Por tanto, la ingesta recomendada de nutrientes está estimada en 1200mg al día (28).

§  Lactancia. El contenido de calcio de la leche materna es de 36mg/100ml. Durante la lactancia una mujer produce unos 750ml de leche al día, lo que representa unos 280mg de calcio. La absorción del calcio durante la lactancia disminuye. Se cree que la pérdida de masa ósea durante la lactancia no se debe a un problema nutricional, sino más bien está relacionado con un péptido, relacionado con la hormona paratiroidea, secretado por la mama y que por tanto no se puede controlar mediante el calcio aportado por medio de la dieta. Es por ello que actualmente no se recomienda un aumento de la ingesta de calcio durante la lactancia. Cualquier complicación que pudiese surgir en la madre adolescente estaría cubierto con las recomendaciones propias de la adolescencia (29).

Fuentes de calcio
Las principales fuentes de calcio en la dieta son:
§  La leche y sus derivados.
§  Los pescados pequeños como las sardinas enlatadas o los boquerones.
§  Hortalizas
§  Legumbres

Deficiencia del calcio (30)
Una deficiencia mantenida de  calcio puede causar una serie de deformaciones óseas como son:
§  Osteoporosis. La osteoporosis es un trastorno metabólico en el que la masa ósea se reduce sin cambios en la composición corporal, conduciendo a un riesgo incrementado para fracturas con la más minina tensión. Los factores de riesgo son diversos incluyendo deficiente captación de calcio, o poca ingesta de calcio durante los periodos máximos de crecimiento, poca actividad física, alto consumo de café y cigarrillos entre otros. La deficiencia de calcio y un balance negativo de éste, tarde o temprano, siempre causa osteoporosis. Ello no quiere decir que toda osteoporosis se debe a una deficiencia del calcio, puesto que existen numerosos factores etiológicos en la osteoporosis. Sin embargo, toda osteoporosis puede ser agravada por un balance negativo del calcio externo o proveniente de la dieta. Dicho balance negativo es perjudicial, aún en períodos cortos de tiempo, puesto que el hueso tarda mucho más en crecer que en destruirse. El hueso perdido por la deficiencia de calcio se va reponiendo lentamente y sólo cuando existen cantidades adecuadas de calcio en la dieta y por tanto absorbidas en el organismo (31).


Hueso con osteoporosis (zonas más oscuras)



§  Osteomalacia. Suele relacionarse con una deficiencia de vitamina D y un desequilibrio coincidente en la captación de calcio y fósforo. Se caracteriza por una incapacidad para mineralizar la matriz ósea. Lo que resulta en una reducción del contenido mineral del hueso.
§  Raquitismo. Una enfermedad relacionada con la malformación de los huesos en niños, debido a una mineralización deficiente de la matriz orgánica. Los huesos raquíticos no pueden sostener el peso y tensión ordinaria, que resultan en un aspecto de piernas arqueadas, rodillas confluentes, tórax en quilla y protuberancia frontal del cráneo.

Otras enfermedades causadas por la deficiencia del calcio son:
§  Tetania: niveles muy bajos de calcio en sangre aumentan la irritabilidad de las fibras y los centros nerviosos, lo que resulta en espasmos musculares conocidos como calambres.
§  Anodoncia: es una enfermedad congénita que se caracteriza por la ausencia de un número de dientes. Puede ser total o parcial.
§  Hipertensión Arterial
§  Hipercolesterolemia
§  Cáncer de colon
§  Cáncer de recto

Magnesio
Distribución y rol biológico
El cuerpo humano contiene unos 760 mg de magnesio al nacer, alrededor de 5 g a los 4-5 meses de edad y 25 g en los adultos. De todo el magnesio corporal, 30-40% del total se encuentra localizado en los músculos, un 1% en el líquido extracelular y el porcentaje restante se encuentra en el esqueleto óseo (32, 33).
El magnesio actúa como cofactor de enzimas involucradas en el metabolismo energético, la síntesis proteica, síntesis de ADN y ARN y en el mantenimiento del potencial eléctrico de los tejidos y membranas celulares. Además es de importancia en la regulación de la concentración de potasio y calcio corporal. Debido al alto contenido de magnesio en el esqueleto, se cree que el mineral es un componente de la hidroxiapatita, componente fundamental del hueso.
Poblaciones en riesgo de deficiencia de magnesio y consecuencias de la deficiencia del magnesio
Los efectos patológicos causados por una deficiencia en el aporte de magnesio ocurren de manera infrecuente en la infancia y son aún más infrecuentes en adultos. Esto es así salvo en casos de bajo aporte de magnesio acompañado de diarrea de larga duración y una alta excreción urinaria de magnesio (34). El grupo poblacional más susceptible a sufrir deficiencia de magnesio es aquel en el cual existe malnutrición y las personas recuperándose de dicho estado nutricional.
Buena parte de las consecuencias patológicas de la deficiencia de magnesio son de tipo neurológico y/o neuromuscular. Así, una deficiencia en el aporte de magnesio puede causar: anorexia, nauseas, debilidad muscular, letargia y pérdida de peso.
Por otro lado, ciertos estudios han sugerido que un estado inadecuado de magnesio puede ser un importante factor de riesgo de la hipertensión y enfermedad coronaria (35).
Fuentes de magnesio

Un bajo aporte de magnesio que cause un déficit del mismo, que, a su vez, pueda producir patología no es usual. El magnesio se encuentra ampliamente repartido tanto en las plantas como en los animales. Así tenemos que la mayoría de las verduras de hoja verde, las legumbres y las nueces son todos ricos en magnesio; como también los son: algunos mariscos con concha y determinadas especias.

La absorción del magnesio depende de varios factores, como puede ser el consumo alto de fibra, que reduce la absorción del mineral. No se han encontrado evidencias de que incrementos en el consumo de calcio, manganeso o hierro afecten a balance de magnesio en el organismo. Sin embargo, un consumo alto de zinc puede disminuir la absorción del magnesio y contribuye a que se de un balance negativo del mineral en varones adultos.
Asimismo, el riñón juega un papel fundamental en la homeostasis del magnesio. La reabsorción del magnesio se da en el asa de Henle y está influenciado por concentraciones de sodio y por el equilibrio ácido-básico (36).

Aporte recomendado de magnesio
La baja prevalencia de déficit de magnesio en lactantes alimentados con leche materna, sugiere que la concentración de magnesio en la misma es la adecuada para el recién nacido. Además se ha observado que el magnesio de la leche materna se absorbe con una mayor eficiencia (80-90%) que aquel encontrado en las fórmulas (55-75%) o incluso en alimentos sólidos (50%).
Se ha observado que las necesidades dietéticas de magnesio disminuyen con la edad adulta avanzada. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la absorción del mineral disminuirá también con la edad. Se sabe que las recomendaciones que se han propuesto pueden exceder las necesidades del individuo, principalmente el mayor de 50 años, pero no existe información suficiente para disminuir dichas recomendaciones (37, 38, 39).

Fósforo
El fósforo es un mineral que en el cuerpo humano está, en su mayor parte, asociado al calcio en la formación de sales para la estructura y formación de los huesos y de los dientes. Además forma parte de la estructura molecular de diversas enzimas como es el ATP y de los fosfolípidos de la membrana celular y forma parte del ADN Y ARN. El fósforo también es muy importante en la regulación del equilibrio ácido base de los fluidos y tejidos humanos.
Funciones del fósforo en el organismo
§  Estimula la absorción intestinal y la reabsorción tubular renal de glucosa mediante el proceso de fosforilación, donde el fosfato se combina con la glucosa.
§  Junto con los lípidos, compone los fosfolípidos, que son las principales moléculas estructurales de las membranas celulares.
§  Es necesario para la formación de moléculas energéticas como la adenosina trifosfato (ATP), el fosfato de creatina y el fosfoenolpiruvato.
§  Forma parte del músculo e interviene en su metabolismo.
§  Colabora en el transporte sanguíneo de los ácidos grasos.
§  Constituye el ADN, el ARN y moléculas con importantes funciones en el metabolismo intracelular tales como AMP cíclico.
§  Ayuda en la regulación del equilibrio ácido-base tanto en la sangre, como en el líquido intracelular y extracelular.
Absorción del fósforo
La absorción del fósforo puede llegar a ser de hasta un 70% siendo la vitamina D un factor favorecedor para su absorción y la aparición de fosfatos dicíclicos o tricíclicos un factor perjudicial.
Durante la infancia y la adolescencia el balance del fósforo es positivo. Es un mineral indispensable, junto con el calcio, para la formación y mineralización del hueso. Las principales hormonas que regulan los procesos de síntesis y resorción óseas son la vitamina D activa, la PTH (hormona paratiroidea) y la calcitonina. Como ya se ha comentado la vitamina D aumenta las concentraciones plasmáticas del fósforo, mientras que la hormona paratiroidea y la calcitonina reducen la fosfatemia. Otros factores endocrinos son la hormona de crecimiento y los estrógenos, que aumentan la masa ósea de forma indirecta, mientras que la hormona adrenocorticotropa, los glucocorticoides y las hormonas tiroideas, que inhiben la formación ósea y facilitan su resorción, pueden ocasionar la desmineralización del hueso ya que estimulan la destrucción de la matriz ósea.
La eliminación se lleva a cabo tanto por excreción renal como por el tracto gastrointestinal. La excreción urinaria de este mineral se regula de forma endocrina: la vitamina D sobre todo, y la hormona paratiroidea y los estrógenos. Por vía gastrointestinal, la excreción del fosfato endógeno se estimula por un aumento de la fosfatemia, que a su vez es ocasionada por un aumento de la PTH (40).
Recomendaciones de ingesta
Las recomendaciones en la cantidad de fósforo que se ha de ingerir a través de la dieta están muy relacionadas con las del calcio. Así tenemos que la proporción entre ambos minerales ha de ser equivalente: 1:1 y como máximo de 2:1, puesto que cantidades superiores de calcio pueden dar lugar a los ya citados fosfatos di y tricíclicos que son de muy difícil absorción (41).
En la siguiente tabla se exponen las cantidades diarias recomendadas para las distintas edades. No se hace una distinción entre géneros puesto que las necesidades estimadas son muy similares.
Edad (años)
Cantidad diaria recomendada (mg/día y mmol/día)
0-6 Meses
100 mg ó 3,2 mmol / día
7-12 Meses
275 mg ó 8,9 mmol / día
1-3 Años
380 mg ó 12,3 mmol / día
4-8 Años
405 mg ó 13,1 mmol/ día
9-13 Años
1055 mg ó 34 mmol / día
14-18 Años
1055 mg ó 34 mmol / día
19-30 Años
580 mg ó 18,7 mmol / día
31-50 Años
580 mg ó 18,7 mmol / día
51-70 Años
580 mg ó 18,7 mmol / día
> 70 Años
700 mg ó 22,6 mmol / día


Fuentes alimenticias del fósforo
El origen principal del fósforo en la dieta viene asociado a las proteínas y el calcio de los alimentos tales como la carne el pescado y los alimentos lácteos. Por ello el calcio y el fósforo suelen tener las mismas fuentes alimentarias.
Los cereales integrales contienen más fósforo que los refinados, pero al contener fitina, su absorción se ve bloqueada.
Las demás fuentes, principalmente frutas y vegetales, contienen pequeñas cantidades de fósforo.
Carencia de fósforo
La carencia de este mineral no es usual, puesto que se encuentra en cantidades lo suficientemente altas y por que se absorbe con facilidad. Su falta puede producir debilidad muscular, falta de apetito y dolores de huesos.
No es fácil encontrar exceso de fósforo por la regulación de la hormona paratiroidea. Los niveles excesivamente altos de fósforo en la sangre, que son raros, se pueden combinar con el calcio para formar depósitos en los tejidos blandos, como los músculos. Estos casos ocurren solamente en personas con nefropatía severa o muy mal funcionamiento en la regulación del calcio (42).

Sodio, Potasio y Cloro
Son los electrolitos más abundantes tanto del líquido extracelular como intracelular. El potasio es el catión principal que se localiza fundamentalmente en el compartimento intracelular y desempeña, junto con el sodio y el cloro, un papel fundamental en el mantenimiento del equilibrio osmótico. El sodio y el cloro son, en cambio, los principales iones (catión y anión respectivamente) del líquido extracelular y participan en el mantenimiento del equilibrio ácido-base junto con el fosfato, el sulfato y el bicarbonato. Su contenido en el organismo varía entre los 100-150 gramos para el potasio, 60-100 gramos para el sodio y 80-120 gramos para el cloro.
Funciones en el organismo
Las funciones comunes para los tres minerales son:
§  Regulación y mantenimiento de la presión osmótica, pH y equilibrio hídrico.
§  Intervienen en los procesos de transmisión nerviosa y la contracción muscular.
De manera individual cada mineral tiene sus propias funciones:
§  Potasio. Es catalizador del metabolismo energético y participa en la síntesis de glucógeno y proteínas. También participa en numerosos procesos como el equilibrio hídrico, la contracción cardíaca y la conducción nerviosa.
§  Sodio. Interviene en el control hídrico, funciones nerviosas y músculos. Asimismo, es necesario en la absorción de nutrientes por transporte activo primario (Bomba de sodio-potasio).
§  Cloro. Sintetiza el ácido clorhídrico del estómago del estómago y actúa en el transporte de CO2 que realizan los glóbulos rojos.
Absorción, metabolismo y excreción
La absorción se realiza a través de difusión simple en el intestino delgado, aunque en determinadas situaciones, los iones como el sodio y el potasio también son absorbidos por mecanismos de transporte activo primario y secundario. A continuación, tras atravesar el entericito, se transportan libremente por sangre y linfa y no se acumulan en ningún tejido. La eliminación de estos iones se produce principalmente por vía renal, y en menor proporción por las heces, en casos de diarrea intensa y por la piel, provocado por la sudoración excesiva.
La hormona responsable de la regulación de estos electrolitos es fundamentalmente la aldosterona, cuya regulación y secreción están a su vez controladas por la adrenocorticotropa y el sistema renina-angiotensina. En situación de hiponatremia se estimula la secreción renal de renina, que induce la activación de angiotensina en el torrente sanguíneo. Esta última estimula la vasoconstricción, que a su vez, aumenta la presión arterial, disminuye las pérdidas de agua e induce la liberación de aldosterona en la corteza suprarrenal. Por otro lado, la hormona atrial natriurética contrarresta estos mecanismos, inhibiendo la liberación de renina y aldosterona, y provocando la excreción de agua y sodio. Igualmente disminuye la presión arterial y actúa como antagonista de la angiotensina.
Alimentos en los que se encuentran
El potasio se encuentra principalmente en cereales, frutos secos, verduras y plátanos. Por su parte el sodio se encuentra en la sal y en alimentos precocinados. El cloro se puede encontrar en salsas.
Recomendaciones de consumo diario

Edad (años)
Cantidad Diaria Recomendada (mg/mmol/día)
1-3 Años
380 mg (12,3 mmol) / día 460 mg (14,8 mmol) / día
4-8 Años
405 mg (13,1 mmol) / día 500 mg (16,1 mmol) / día
9-13 Años
1055 mg (34 mmol) / día 1250 mg (40,3 mmol) / día
14-18 Años
1055 mg (34 mmol) / día 1250 mg (40,3 mmol) / día
19-30 Años
580 mg (18,7 mmol) / día 700 mg (22,6 mmol) / día
31-50 Años
580 mg (18,7 mmol) / día 700 mg (22,6 mmol) / día
51-70 Años
580 mg (18,7 mmol) / día 700 mg (22,6 mmol) / día
> 70 Años
580 mg (18,7 mmol) / día 700 mg (22,6 mmol) / día
Mujeres Embarazadas
14-18 Años
19-30 Años
31-50 Años

1055 mg (34 mmol) / día 1250 mg (40,3 mmol) / día
580 mg (18,7 mmol) / día 700 mg (22,6 mmol) / día
580 mg (18,7 mmol) / día 700 mg (22,6 mmol) / día
Lactancia
14-18 Años
19-30 Años
31-50 Años

1055 mg (34 mmol) / día 1250 mg (40,3 mmol) / día
580 mg (18,7 mmol) / día 700 mg (22,6 mmol) / día
580 mg (18,7 mmol) / día 700 mg (22,6 mmol) / día


Carencia y exceso
Tanto el déficit como el exceso de estos minerales son poco comunes. Las deficiencias únicamente ocurren en casos de vómito frecuente y sudoración o diarreas intensas dando lugar a síntomas de debilidad y daños musculares. La hipopotasemia puede derivarse del tratamiento prolongado de la hipertensión con diuréticos que provocan la pérdida de potasio renal.

Microminerales

Yodo
El papel más importante del yodo a nivel fisiológico es participación en la síntesis de hormonas tiroideas por parte de la glándula tiroides. Por tanto, los requerimientos de yodo obtenidos a través de la dieta están determinados por la producción de Tiroxina (T4) por la glándula tiroidea.
El yodo obtenido a través de la dieta es absorbido a lo largo del tracto gastrointestinal. Antes de ser absorbido, se transforma en yoduro y éste entra en la circulación sanguínea para luego ser retirado de la misma por la tiroides y los riñones. La glándula tiroides utiliza el yoduro para sintetizar hormonas tiroideas, mientras que el riñón excreta el exceso de yoduro por medio d de la orina. Dicha excreción es una buena medida de la cantidad ingerida de yodo.  Para determinar los requerimientos y la ingestión de yodo, se valoran los índices séricos de T4 y de TSH (tirotropina), así como la excreción urinaria de yodo.
Todas las funciones biológicas del yoduro están atribuidas a las hormonas tiroideas. La hormona tiroidea más importante es la T4 o Tiroxina, la cual, posteriormente, se transformará en T3 o Triyodotironina, que es la forma activa de esta hormona.  Las funciones básicas de las dos hormonas son:
§  Aumentan el consumo de oxígeno y estimulan la tasa de actividad metabólica: aumenta la lipólisis y regula la neoglucogénesis y la glucolisis.
§  Regulan el crecimiento y la maduración de los tejidos del organismo
§  Actúan sobre el estado de alerta físico y mental.
§  Durante los años de crecimiento, mientras la hormona del crecimiento estimula el aumento de tamaño, la tiroxina hace que los tejidos vayan tomando la forma apropiada a medida que van creciendo. Es decir, la tiroxina hace que los tejidos se desarrollen en las formas y proporciones adecuadas.
Fuentes de Yodo
La cantidad de yodo presente en un alimento depende en gran manera de cuanto yodo contiene la tierra en la que crecen. El agua de mar es una fuente muy rica en yodo y por ello no es de extrañar que las algas marinas tengan la capacidad biológica de concentrar grandes concentraciones de yodo. Los peces que se alimentan de dichas algas también son ricos en yodo. Por tanto, las personas que se alimentan de algas y los ya mencionados peces, tendrán un alto aporte de yodo. Según lo expuesto, podemos decir que el aporte de yodo en la población depende de la localización geográfica de la misma.
Deficiencia de Yodo
La deficiencia de yodo puede afectar a cualquier población y en cualquier etapa de la vida, desde la etapa intrauterina hasta la vejez. Sin embargo, las mujeres en edad reproductora, las embarazadas y las lactantes, así como los niños menores de 3 años están considerados los grupos más importantes en los que diagnosticar y tratar la deficiencia de yodo puesto que  cuando ocurre durante las etapas fetal y neonatal conlleva un daño irreversible tanto al cerebro como al sistema nervioso central, que, en última instancia puede causar retraso mental.  (43, 44, 45)

Efectos de la deficiencia de yodo por estadíos


Estadío
Efectos
Fetal
Aborto

Anormalidades congénitas

Tasa de muerte perinatal aumentada

Tasa de muerte infantil aumentada

Cretinismo

Enanismo

Deficiencia mental

Alteraciones psicomotoras
Neonatal
Bocio neonatal

Hipotiroidismo neonatal
Infancia y Adolescencia
Bocio

Hipotiroidismo juvenil

Deficiencia mental

Atraso del desarrollo físico
Adulto
Bocio y complicaciones relacionadas

Hipotiroidismo

Deficiencia mental

Hipertiroidismo inducido por yoduro


Aporte recomendado de yodo
La cantidad de yodo recomendado en la dieta tiene como objetivo la normal síntesis de T4 además de evitar la elevación de los niveles de TSH.
Lactantes
El aporte de yodo a los recién nacidos y bebés se da a través de la leche materna, la cual cambia su concentración de yodo dependiendo de la dieta de la madre y la cantidad de calcio que ésta contenga. Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el aporte diario recomendado para un lactante se encuentra en 90 μg/día (46). Para alcanzar estos objetivos, y suponiendo un consumo de leche de unos 150 ml/kg/día se propuso un aumento de 100 μg/ día para los recién nacidos a término y de 150 μg/día para los recién nacidos pre-término.
Las recomendaciones por tanto son de un requerimiento de yodo de 15 μg/kg/día para los nacidos a término y de 30 μg/kg/día. Cuando el aporte de yodo es de un tercio de la cantidad recomendada, se produce hipotiroidismo con el consecuente daño cerebral.

Infancia

La cantidad recomendada de yodo en la dieta basada en el peso corporal decrece progresivamente con la edad. El aporte recomendado se encuentra entre los 60-100 μg/día para un niño de entre 1 y 10 años de edad. Estos valores están estimados suponiendo un peso de 20 kg para un niño de diez años. Sin embargo, en algunos países, como los Estados Unidos, se ha estimado que el aporte de yodo debe ser de 90-120 μg/día puesto que se estima que el peso medio del niño americano de diez años de edad es de 25 kg.

Adultos

Un requerimiento de 150 μg/día para adolescentes y adultos está justificado puesto que corresponde tanto a los valores de excreción urinaria de yodo y el contenido de yodo en los alimentos en zonas no endémicas (zonas en las que el aporte de yodo es adecuado) (47).
Está comprobado que dicho aporte de yodo en la dieta permite una adecuada síntesis de hormonas tiroideas, evitando con ello las patologías derivadas.


Embarazo

Los requerimientos de yodo en el embarazo están aumentados puesto que se ha de proveer tanto a la madre como al feto, y porque se ha de compensar el aumento de la pérdida de yodo en la orina debido al aumento del aclaramiento renal durante el embarazo (48).
Es por esto que el aporte diario de yodo está recomendado en 200 μg/día tanto para las mujeres embarazadas como para las mujeres lactantes.


Zinc
Papel del zinc en los procesos metabólicos
El zinc está presente en todos los tejidos y fluidos corporales. La cantidad total de zinc corporal estimado es de 2g. Es en el músculo estriado donde se encuentra la mayor parte del zinc, con una concentración del 30% del total. En el plasma sanguíneo su concentración apenas llega al 0.1 %. También se pueden encontrar altas concentraciones de zinc en el coroides ocular y en los fluidos prostáticos.
El zinc es un componente fundamental de un gran número de enzimas que participan en la síntesis y degradación de carbohidratos, lípidos, ácidos nucleicos y proteínas al igual que en el metabolismo de otros micronutrientes. Asimismo, el zinc estabiliza la estructura molecular de los componentes celulares y de membrana y con ello contribuye al mantenimiento de la integridad celular y del órgano. Además, destaca la implicación del zinc en el proceso de transcripción y por tanto en la expresión genética.
Es por todo esto que el zinc es una sustancia absolutamente esencial para todas las formas de vida.
Un déficit de zinc suele cursar con:
§  Retraso en el crecimiento
§  Retraso en la maduración ósea y sexual
§  Lesiones dérmicas
§  Diarrea
§  Alopecia
§  Disminución del apetito
§  Alteraciones inmunológicas
§  Cambios humorales
(49, 50)

El mecanismo de absorción del zinc es dependiente de la concentración y ocurre a lo largo del intestino delgado. En condiciones normales los mecanismos de absorción del mineral no se saturan. El zinc se absorbe mejor en soluciones acuosas que en alimentos sólidos.
Las mayores pérdidas del mineral en el organismo se van a dar por medio del intestino, la orina y el sudor. Puesto que su absorción es dependiente de la concentración, su eliminación será mayor a mayor consumo y habrá una menor eliminación cuando el consumo también se encuentra disminuido.
El organismo no tiene estructuras o métodos de almacenamiento del zinc. Más bien lo que ocurre es que éste se reutiliza e distintos procesos.
Hoy en día no existen métodos para percibir ligeras variaciones en los niveles de zinc por lo que sólo será posible determinar una falta o déficit de zinc cuando ésta es importante. Existen condiciones que afectan la disponibilidad y las concentraciones de zinc en el organismo. Así tenemos que situaciones de estrés como la fiebre, infección o embarazo disminuyen las concentraciones plasmáticas de zinc, mientras que un ayuno prolongado las disminuye (51, 52).

Fuentes de zinc
Los alimentos que presentan una mayor concentración de zinc son:
§  Carne (magra)
§  Yema de huevo
§  Alubias
§  Cereales integrales

Otros alimentos que contienen zinc, pero en una menor medida son: pescado, tubérculos, verduras de hoja verde y la fruta (53).

Las importantes funciones que cumple el zinc a nivel celular hacen que las poblaciones que están en mayor riesgo sean aquellos que están en fase de crecimiento: recién nacidos, niños y adolescentes; afectando también a las embarazadas. Un bajo aporte de zinc en niños causa alteraciones en el crecimiento y le hace más susceptibles a infecciones agudas. También se han dado mayor número de diarreas relacionadas con una falta de zinc en la dieta. No se conocen las alteraciones que causan en las embarazadas, puesto que en una gran cantidad de casos en estudio no se ha podido comprobar que las alteraciones las haya causado el zinc y no otros procesos metabólicos alterados en la embarazada (54).

Recomendaciones en el aporte de zinc
Como se comentó anteriormente, la falta de datos con respecto a ligeras variaciones de niveles de zinc, dificulta los estudios sobre el adecuado aporte del mineral en distintas edades.
Sin embargo, las recomendaciones están estimadas en:
§  Recién nacidos. Alimentados tanto con leche materna o por fórmula y durante los 3 primeros meses de vida. Esto es aplicable para los dos géneros: 175-200 μg /kg/día.
§  Lactantes de 6-12 meses de edad. Los valores decrecen significativamente: 66-170 μg/kg/día.
§  Niños entre 1-10 años de edad: 90 μg/kg/día
§  Adolescentes. Se debe tener en cuenta que se trata de la etapa de mayor crecimiento. Las necesidades varían entre hombres y mujeres. Para adolescentes varones: 76 μg/kg/día. Para adolescentes femeninas: 64 μg/kg/día.
§  Adultos. Las necesidades disminuyen puesto que las etapas de crecimiento finalizaron. Hombres: 43 μg/kg/día. Mujeres: 36 μg/kg/día.
§  Embarazadas y lactantes. Los requerimientos de zinc serán mayores en ambas situaciones, estimándose en el doble de la cantidad requerida por mujeres adultas en condiciones normales.
§  Vejez. Se han estimado valores muy similares a los de los adultos. Sin embargo, se ha de tener en cuenta que la absorción a estas edades es menor que en el resto al igual que las pérdidas de zinc.
(55, 56)

Hierro
Papel del hierro en los procesos metabólicos
El hierro tiene numerosas funciones vitales para el organismo. Sirve como transportador de oxígeno desde los pulmones hasta los tejidos por medio de la hemoglobina, también como transportador de electrones en el interior de las células y como parte integradora de importantes sistemas enzimáticos en los tejidos.
La mayor parte del hierro del organismo se localiza en los eritrocitos en forma de hemoglobina, una molécula compuesta por cuatro unidades, cada de las cuales contiene un grupo hemo y una cadena proteica. La molécula homónima del sistema muscular, la mioglobia, es esencialmente igual (puesto que tiene la misma función) aunque estructuralmente sea distinta. Hay numerosas enzimas que contienen hierro, destacando el Citocromo P450, cuya función es esencial para la síntesis de ácidos biliares y en la síntesis de hormonas esteroideas. Sirve también como detoxificador de elementos ajenos en el hígado y como controlador de señales de algunos neurotransmisores como son la dopamina y la serotonina. El hierro se almacena en el hígado en forma de ferritina (57, 58).

Metabolismo y absorción del hierro
El hierro no es excretado de manera activa a través de la orina o por medio de los intestinos. El hierro únicamente se pierde por medio de las células de la piel y de las superficies internas del organismo tales como los intestinos, el tracto urinario y las vías aéreas.
Las necesidades de hierro de los recién nacidos a término son altas aunque el contenido de la leche materna es capaz de cubrirla. Sin embargo, a partir de los 4-6 meses de edad, se han de añadir suplementos de hierro.
Los niños, a diferencia de los bebés, no tienen almacén alguno de hierro en el organismo y por tanto dependen completamente del hierro proveniente de la dieta. Sus necesidades de hierro se mantendrán cubiertas siempre y cuando el niño mantenga una dieta rica en carne y alimentos con un alto contenido en ácido ascórbico.
Los requerimientos de hierro en los adolescentes son bastante altos especialmente durante los períodos de crecimiento rápido. Puesto que la etapa de mayor crecimiento en la mujer y la menarquia ocurren de una forma casi paralela, sus necesidades serán aún mayores que la de los varones (59).
Con respecto al mecanismo de absorción, existen dos tipos de hierro proveniente de la dieta: el hierro-hemo y el hierro no-hemo. En la dieta, las principales fuentes de hierro-hemo son las carnes y pescados mientras que el hierro no-hemo proviene principalmente de cereales, legumbres, frutas y verduras. La absorción media de hierro-hemo proveniente de la carne es del 25%. El hierro-hemo puede transformarse en hierro no-hemo si los alimentos son cocinados a altas temperaturas. El calcio es el único elemento que puede influenciar de manera negativa la absorción del hierro-hemo, tanto es así que también puede afectar al hierro no-hemo. El hierro no-hemo es la forma principal en la cual encontramos el hierro en la dieta. La absorción del hierro no-hemo se encuentra influenciado por el estado del hierro del individuo y por numerosos factores relacionados con la dieta (60, 61)
Deficiencia del hierro
Las poblaciones que corren el mayor riesgo de sufrir una deficiencia de hierro son los bebés, los niños, los adolescentes y las mujeres en edad reproductora (muy especialmente las embarazadas). La OMS estima que existen un total de 600-700 millones de personas padecen carencia de hierro. Se trata, por tanto de una de las deficiencias más importantes hoy en día. Uno de los primeros síntomas de la carencia del hierro es el cansancio. Es sabido que la carencia de hierro puede ser responsable de una disminución de la actividad cerebral que afecta tanto a la memoria como a las capacidades de aprendizaje.
La carencia de hierro puede tener otras consecuencias. Las mujeres embarazadas y los ancianos deben tener también especial cuidado. Durante el embarazo, si las reservas de hierro son reducidas, las necesidades cada vez mayores del bebé en los seis últimos meses pueden hacer disminuir el nivel de hierro de la futura madre hasta cifras inquietantes, lo que podría dificultar el crecimiento del cerebro del niño. Las personas mayores pueden padecer esta carencia de hierro a causa de un régimen alimentario demasiado pobre combinado con el hecho de que el aparato digestivo ya no absorbe adecuadamente el hierro presente en los alimentos.
Sea cual sea la edad o el sexo de la persona, una carencia de esta índole acaba por conducir a un descenso del umbral del dolor, a una interferencia en los mecanismos de control térmico, a una posible caída del pelo y a un descenso del sistema inmunológico, que hace que el cuerpo sea más vulnerable a las infecciones (62, 63)

Ingestas recomendadas
Las recomendaciones dietéticas diarias para el hierro son de 10 mg/día para los varones y las mujeres posmenopáusicas y de 18 mg/día para las mujeres durante su etapa fértil. Se deben suplementar 15 mg/día durante la gestación y 30 mg/día en el caso de los vegetarianos estrictos, procurando acompañar dichos suplementos con un adecuado aporte de vitamina C.

Selenio
El selenio está implicado en la protección de los tejidos corporales frente a la acción del estrés oxidativo. También participa en el mantenimiento de las defensas contra infecciones y en la modulación del crecimiento y desarrollo del organismo. Forma parte de los antioxidantes del organismo y son un componente del glutatión. El selenio es un componente importante de numerosas enzimas entre las que destacamos las peroxidasas (64).
El contenido de selenio del ser humano adulto puede variar enormemente puesto que los factores ambientales y de la dieta lo influencian. Aproximadamente el 30% del selenio tisular está localizado en el hígado, el 15% en el riñón, el 30% en el músculo y el 10% en el plasma sanguíneo.
En las deficiencias del selenio se han de considerar 3 tipos:
1.    Deficiencia no endémica del selenio. La evidencia bioquímica de deficiencia del selenio es algo común en pacientes que han estado tratados con nutrición enteral o parenteral durante un largo período de tiempo. También han aparecido deficiencias en el aporte de selenio en bebés alimentados a base de fórmulas y no por leche materna. La clínica que causan deficiencias de este tipo ocurren raramente, pero incluyen: debilidad muscular, mialgias e incluso insuficiencia cardíaca congestiva (65, 66).
2.    Enfermedad de Keshan. La enfermedad de Keshan fue descrita por primera vez en hace más de cien años en China, pero no fue hasta el año 1935 que se relacionó con la falta de selenio en el organismo. Se trata de una enfermedad endémica en niños de 2 a 10 años de edad y en mujeres que se encuentran en edad fértil. Además tiene una distribución geográfica específica que incluye ciudades del noreste de y suroeste de China. Manifestaciones típicas de esta enfermedad son: fatiga incluso después de un ejercicio moderado, arritmias y palpitaciones, pérdida de apetito, insuficiencia cardiaca y cardiomegalia. Una vez establecida la patología, está demostrado que el selenio no es de relevancia aunque sí lo es como agente profiláctico (67).
3.    Enfermedad de Kaschin-Beck. Se trata de una patología selenio-dependiente que afecta tanto a los huesos como a las articulaciones (68).


 
El selenio es un mineral de fácil absorción en el ser humano y es por eso que su deficiencia es poco común. Se encuentra en carne, pescado, hígado, riñón, cereales integrales. Las recomendaciones diarias son:


Etapa de la vida
Edad (meses/años)
Cantidad Diaria Recomendada (mcg/día)
Bebés
0-6 meses
15 (mcg/día)

7-12 meses
20 mcg/día
Niños
1-3 años
30 mcg/día

4-8 años
30 mcg/día

9-13 años
40 mcg/día
Adolescentes y adultos
14 años en adelante
55 mcg/día


Cobre (69)
El cuerpo humano contiene entre 50 y 80 gramos de cobre. Los tejidos que contienen más cobre son el cabello y el hígado, lugar este último en el que se almacena unido a una proteína llamada ceruloplasmina.
El cobre es necesario para la función de numerosas enzimas de tipo oxidasa. Es necesario para la lisil-oxidasa (participa en la formación del colágeno y la elastina), también para la triptófano y tirosina oxidasas (participan en la síntesis de neurotransmisores y de la melanina). Otra oxidasa, la ceruloplasmina, precisa de cobre y es necesaria para la movilización del hierro almacenado en el hígado. Así, si existe una deficiencia del cobre, pueden aparecer síntomas similares a la deficiencia del hierro (a pesar de que se tenga suficiente hierro en el organismo). Otros síntomas pueden ser la anemia, afectación del desarrollo de los huesos y del tejido nervioso y problemas respiratorios.
El cobre se encuentra en los frutos secos, cereales, carne y marisco.
Se recomienda un consumo diario de entre 1.5 y 3 miligramos.
Flúor (69)
El contenido de flúor en el organismo varía entre 2.6 y 4 gramos. Se localiza principalmente en los dientes y huesos, donde se incorpora a los cristales de hidroxiapatita, sustituye al ión hidrocxilo y da lugar a cristales de fluoropatita. Además de estos tejidos, el flúor se encuentra también en la piel, tiroides, plasma, linfa y vísceras. Es imprescindible en la prevención de las caries dentales ya que por un lado, refuerza la estructura mineral de los dientes y mantiene el esmalte y por otro, actúa sobre las bacterias cariogénicas inhibiendo su metabolismo y adhesión a la placa dental.

La absorción de este mineral se produce principalmente en el intestino delgado (75-80%) y en menor medida en el estómago (20-25%). El fluoruro del agua se absorbe en mayor proporción que el de los alimentos, 95-97%  frente a un 60-70%. La excreción ocurre fundamentalmente a través de la orina.
La cantidad diaria de flúor recomendada es de 4 mg/día para hombres, 3 mg/día para mujeres y 1-3 mg/día para niños. La principal fuente dietética de flúor es el agua de bebida potable fluorada, aunque alimentos como los pescados y el té principalmente también se consideran fuentes importantes. La carencia de flúor suele ser frecuente en los individuos que toman agua no fluorada, los cuales presentan una alta incidencia en caries dental. Por otro lado, el exceso (un aporte superior a 2mg/l) puede deberse también a la ingesta de aguas de contaminación industrial. Este exceso origina fluorosis, que se caracteriza por un moteado del esmalte que aparece también carcomido, debilidad muscular y problemas gastrointestinales.
Cromo (69)
El cromo se vincula con el metabolismo de los hidratos de carbono, es decir, con la capacidad del organismo de utilizar la glucosa. Actúa potenciando el efecto de la insulina y facilitando, por tanto, el transporte de glucosa a la célula.
La evidencia de que los niveles de cromo son más elevados en los niños que en los adultos, y de que la concentración del metal en los tejidos varía considerablemente en diferentes partes del mundo (en función de los hábitos alimentarios como de la cantidad de cromo presente en el agua potable) suscita interrogantes en cuanto al papel que desempeña una tasa baja de cromo en la incidencia de enfermedades crónicas en el ser humano tales como la aterosclerosis y la diabetes.
Se recomienda un consumo diario de 0,05-0,2 mg/día.
El cromo se encuentra en levadura, leche, legumbres, pescado e hígado.

Manganeso (69)
El manganeso desempeña un importante papel en la nutrición, tanto animal como vegetal. El cuerpo humano contiene aproximadamente de 10 a 20 mg, pero es poco lo que se sabe acerca de su distribución.
El manganeso se absorbe rápidamente y su intercambio entre la sangre y los tejidos procede asimismo con gran celeridad. Interviene en la hematopoyesis y se encuentra en una alta concentración en las mitocondrias celulares. Es un elemento importante en muchos sistemas enzimáticos y forma parte de la enzima necesaria para la formación de urea.
Las necesidades de manganeso en la dieta suelen estar satisfechas en su totalidad puesto que los requerimientos son bajos: 0.07 mg/kg de peso corporal.
Este mineral abunda en los arándanos y en el salvado de trigo, a los que siguen como fuente principal las nueces. El manganeso contenido en las plantas depende la cantidad contenida en la tierra.


Ingesta máxima tolerable o segura de algunos minerales

Mineral
No se ha observado efecto adverso con ingestas diarias
Posibles efectos adversos con ingestas
Calcio (mg)
1500
>2500
Fósforo (mg)
1500
>2500
Magnesio (mg)
700
No establecida
Hierro (mg)
65
100
Yodo (μg)
1000
No establecida
Cinc (mg)
30
60
Selenio (μg)
200
910